Los mercados se vieron impactados la semana pasada ante la renovada preocupación por la economía estadounidense. Los negativos datos manufactureros y de empleo provocaron pérdidas semanales en los principales índices bursátiles estadounidenses. Sin embargo, sigo confiando en que nuestra hipótesis de base -un relativamente suave aterrizaje de la economía estadounidense- se haga realidad. Esta semana, analizaré 5 razones por las que confío en estas perspectivas, incluso ante el reciente nerviosismo de los mercados.
Los mercados reaccionan a los temores económicos en Estados Unidos
En primer lugar, preparemos el escenario.1 La semana pasada, las acciones cayeron a escala mundial, pero la caída fue más acusada en Estados Unidos, con un descenso del 4,2% en el índice S&P 500 y del 5,8% en el NASDAQ Composite Index. El Dow Jones Industrial Average resistió mejor, con una caída de tan sólo el 2,9%. El rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años cayó a su nivel más bajo en más de un año. Mientras que el rendimiento del Tesoro estadounidense a 2 años cayó unos 25 pb la semana pasada. Los precios del crudo volvieron a caer, alcanzando su nivel más bajo desde diciembre de 2023.
¿Qué ha pasado la semana pasada para que se desatara el nerviosismo?
- Los datos manufactureros decepcionan.El US ISM Manufacturing Purchasing Managers’ Index (PMI) se situó en 47,2 puntos en agosto, por encima del 46,8 puntos de julio, pero aún en territorio de contracción.2 Especialmente preocupante fue el subíndice de nuevos pedidos, que se situó en 44,6 puntos, 2,8 puntos porcentuales por debajo de la lectura de julio. 2 El S&P Global US Manufacturing PMI se situó en agosto en 47,9 puntos, frente a los 49,6 puntos de julio.3 Chris Williamson, S&P Global Market Intelligence Chief Business Economist, advirtió: “La combinación de la caída de los pedidos y el aumento de las existencias constituye el indicio más sombrío de las tendencias de producción desde hace un año y medio, y una de las señales más preocupantes desde la crisis financiera mundial.”3
- Los datos de empleo alcanzan su nivel más bajo en 3 años. La Job Openings and Labor Turnover Survey (JOLTS) de julio mostró un gran descenso de las ofertas de empleo en Estados Unidos. El descenso de 237.000 puestos de trabajo situó las ofertas de empleo en el nivel más bajo de los últimos 3 años y medio.4 Por su parte, el informe de empleo de agosto mostró una creación de 142.000 nóminas no agrícolas, por debajo de las expectativas.4 En los 2 meses anteriores también se produjeron revisiones a la baja de los nuevos puestos de trabajo.
- Actividad económica en declive.Además, el Federal Reserve Beige Book de la semana pasada reveló que el número de distritos de la Fed que registraron un estancamiento o un descenso de la actividad económica pasó de 5 en el periodo anterior a 9 en el actual, y sólo 3 distritos registraron un ligero crecimiento de la actividad económica.5
Los mercados podrían encontrar más razones para estar nerviosos. Por ejemplo, Dollar Tree rebajó sus previsiones anuales la semana pasada, reiterando que los consumidores de rentas más bajas están bajo presión. Y el presidente de la Reserva Federal de Chicago, Austan Goolsbee, afirmó que “si se quiere un aterrizaje suave, no se puede ir por detrás de la curva”, lo que subraya el temor de que la Fed pueda estar ya por detrás de la curva.6
Además, la curva de rendimientos a 2 años/10 años se “desinvirtió” la semana pasada, volviendo a su forma normal en la que los tipos a más corto plazo son más bajos que los tipos a más largo plazo. Algunos podrían pensar que se trata de una evolución positiva, ya que las curvas de rendimiento invertidas se consideran un indicador de recesión. Sin embargo, las “desinversiones” no se consideran una buena señal: pueden ser un indicio de que los mercados están anticipando recortes de tipos, debido a datos económicos negativos, por lo que sugieren que podríamos estar un paso más cerca del inicio de una recesión. Sin embargo, hasta ahora ha sido un ciclo inusual con un período extremadamente largo de inversión de la curva de rendimiento que ya ha desafiado las normas históricas, por lo que no estoy poniendo demasiada confianza en este desarrollo.
5 razones por las que se podría esperar un suave aterrizaje
De hecho, sigo confiando en que nuestra hipótesis de base -un aterrizaje relativamente suave- se haga realidad. A continuación expongo 5 razones por las que creo que la economía estadounidense podría experimentar un suave aterrizaje:
- La economía de servicios va bien. Y los servicios representan una parte mucho mayor de la economía estadounidense que la industria manufacturera. Mientras que los PMIs manufactureros son relativamente débiles, los PMIs de servicios son fuertes. El S&P Global US Services PMI de agosto se situó en 55,7 puntos, frente a los 55 puntos de julio.7 Se trata del mayor crecimiento del sector servicios desde marzo de 2022. En Estados Unidos, el ISM Services PMI subió hasta 51,5 puntos en agosto, frente a 51,4 puntos en julio, por encima de las expectativas.8
- El mercado laboral se está enfriando de forma mesurada y adecuada.Las ofertas de empleo cayeron significativamente el mes pasado, pero desde un nivel elevado. Ahora se encuentran en el extremo superior de donde estaban antes de la pandemia. La tasa de despidos se mantuvo baja, lo que considero muy importante; incluso vimos aumentar modestamente la tasa de contratación. Esto dibuja un panorama de un mercado laboral relativamente sano que se ralentiza de forma ordenada.
- Espero que el crecimiento de los salarios reales mejore a medida que continúe la desinflación. La inflación sigue acercándose al objetivo de la Fed. Esto, unido a un crecimiento salarial menor pero aún sólido, significa que es probable que el crecimiento de los salarios reales (que se ajustan a la inflación) aumente de forma significativa. Debería ayudar a impulsar al consumidor -en particular, aliviando la presión sobre los consumidores de rentas más bajas-, lo que debería ser positivo para la economía.
- Espero que la Fed realice recortes significativos el año que viene. En mi opinión, ésta no va a ser la Fed de Greenspan de 1995, con sólo 3 recortes de tipos en el año. Espero que la Fed se relaje sustancialmente en el próximo año, lo que debería contribuir a impulsar una reaceleración de la economía estadounidense.
- La temporada de elecciones presidenciales terminará pronto. La incertidumbre política ha frenado claramente el gasto y la contratación y, en general, ha lastrado la confianza. Del Federal Reserve Beige Book de la semana pasada: “La contratación ha pasado a destinarse principalmente a la sustitución, más que al crecimiento, y ante la incertidumbre relativa a las elecciones presidenciales que se avecinan, muchas empresas han dejado en suspenso sus planes de contratación”9. Y aunque parece que la temporada electoral no va a terminar nunca, los estadounidenses acuden a las urnas en menos de dos meses, por lo que esa incertidumbre debería resolverse. En varias encuestas, los consumidores y las empresas han indicado que reanudarán sus planes de gasto una vez se hayan decidido las elecciones presidenciales. También podemos mirar al Reino Unido como guía, donde la economía parece haber recibido un impulso significativo tras sus elecciones a principios de julio.
Por último, no pretendo despreciar los puntos débiles de la economía estadounidense, pues los hay. De hecho, son más pronunciados pero similares a los observados en Europa y Canadá, donde la industria manufacturera ha sido más débil pero los servicios más fuertes. La diferencia es que Estados Unidos se ha beneficiado de una mayor generosidad fiscal de su gobierno durante la pandemia, así como del gran privilegio de las hipotecas a tipo fijo a largo plazo. Sin embargo, creo que todas estas economías volverán a acelerarse en los próximos meses, ya que se benefician de la continua relajación. El Banco de Canadá recortó los tipos la semana pasada y confío en que el BCE lo haga esta semana. Por supuesto, eso no significa que no vayamos a ver más nerviosismo en los mercados a corto plazo. Creo que debemos estar preparados para la volatilidad y no reaccionar ante ella con miedo, sino buscar oportunidades para añadir exposición a clases de activos sobrevendidas.
Mirando hacia el futuro
Los ojos estarán puestos en el US Consumer Price Index (CPI) y en la reunión del BCE de esta semana, aunque el IPC es mucho menos importante ahora que los mercados están más preocupados por el crecimiento que por la inflación. Espero que la reunión del BCE se salde con otro recorte de tipos, dados los recientes datos económicos, que han sido más débiles de lo esperado.
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