Creemos que la resiliencia de la demanda ha retrasado las previsiones de desinflación en las principales economías occidentales, especialmente en Estados Unidos. Seguimos esperando un descenso de la inflación a corto y medio plazo en la mayoría de las economías. Es probable que la desinflación se produzca con mayor rapidez en las economías de mercados desarrollados no estadounidenses. No obstante, puede que esta evolución solo provoque recortes marginales de los tipos de interés por parte de los principales bancos centrales de los mercados desarrollados.
La repercusión del endurecimiento de las políticas monetarias de los bancos centrales ha tardado más de lo previsto y se está dejando sentir sobre todo en los márgenes. Este efecto se refleja en un modesto aumento de los saldos de las tarjetas de crédito y en el incremento de la morosidad en Estados Unidos.
Eurozona: el crecimiento económico se recupera; esperamos que pronto se produzcan recortes de los tipos de interés
La economía de la eurozona se ha alejado de la estadounidense en algunos aspectos significativos. En los últimos años, el crecimiento de EE.UU. ha sido mayor que el de la eurozona. Recientemente, sin embargo, el impulso económico de la eurozona ha mejorado en relación con el de EE.UU., a pesar de las numerosas dificultades económicas de origen geopolítico, incluida la guerra entre Rusia y Ucrania.
En la actualidad, se observa un repunte considerable de buenas noticias económicas. Y, aunque existía una divergencia significativa en la actividad económica entre el norte y el sur de Europa (con mejores resultados en el sur), recientemente hemos observado una mejora en el norte de Europa, en particular, en Alemania. Los indicadores adelantados sugieren un continuo repunte del crecimiento hacia las tasas tendenciales.
Además, desde hace poco se observan más avances desinflacionistas en la eurozona que en Estados Unidos. La inflación subyacente se ha acercado al objetivo. La inflación de los servicios, aunque sigue siendo elevada, se ha moderado. La situación del mercado laboral en la eurozona se ha relajado ligeramente. Las expectativas de inflación de los consumidores también se han moderado y pueden considerarse estabilizadas.
Con la inflación cerca de los objetivos del banco central, el Banco Central Europeo (BCE) ya ha comenzado a flexibilizar su política monetaria con un primer recorte de los tipos de interés. Es probable que a continuación se produzca una flexibilización gradual.
Prevemos que el inicio de los recortes de los tipos de interés en la eurozona favorezca la recuperación del crecimiento. En general, nuestras perspectivas europeas a corto plazo incluyen una ligera aceleración del crecimiento. Esta evolución se verá favorecida por el aumento de los salarios reales, con una recuperación gradual del crecimiento tendencial durante el resto del año.
En cuanto a los mercados emergentes (ME) europeos, esperamos una reducción continua de los altos niveles de inflación. Creemos que el crecimiento económico se situará por debajo de la tendencia (aunque mejorando) y será superior al de los mercados desarrollados.
Reino Unido: crecimiento más modesto, pero actividad económica al alza
En Reino Unido, esperamos que la evolución económica sea similar a la de la eurozona, pero con un menor crecimiento debido a las dificultades específicas que afectan a este país, como los efectos persistentes del Brexit. La actividad económica ha mejorado recientemente, lo que ha supuesto una modesta recuperación a medida que se han ido retomando las medidas. La inflación también ha mejorado, aunque menos que en la eurozona.
El Banco de Inglaterra empezará a recortar los tipos más tarde que el BCE, pero esperamos que lo hagan al menos una vez antes de finales de año. La elevada inflación salarial y de los servicios sigue siendo un obstáculo que podría limitar una mayor relajación.