Las agencias de calificación crediticia como Standard & Poor's (S&P), Moody's y Fitch son las encargadas de calificar los bonos con grado de inversión. Las calificaciones se basan en la situación financiera del emisor, sus resultados históricos y el entorno económico general. El rango de calificaciones va desde AAA (máxima calidad, menor riesgo) hasta BBB- (menor calidad, mayor riesgo, pero aún considerado con grado de inversión). Por ejemplo:
AAA/Aaa: Máxima calidad crediticia, riesgo mínimo.
AA/Aa: Alta calidad crediticia, riesgo muy bajo.
A: Sólida calidad crediticia, riesgo bajo.
BBB/Baa: Calidad crediticia adecuada, riesgo moderado, pero aún considerado con grado de inversión.
La calificación crediticia de un bono está asociada a la prima o "diferencial" exigido por su posesión: cuanto mayor sea el riesgo, más tendrán que pagar los emisores a quienes invierten en ellos.