Encontrar oportunidades en un mundo digital

La flexibilidad es esencial para invertir en sectores que cambian con rapidez, en los que los recién llegados pueden desbancar en tiempo récord a las compañías dominantes del mercado. La tecnología ha cambiado drásticamente el comportamiento de los consumidores en los últimos años, los cuales dedican cada vez más cuota de gasto a las compras realizadas por Internet.

El Invesco Global Consumer Trends Fund ofrece exposición a una diversa gama de empresas que operan en el sector del consumo. Algunas de ellas son relativamente tradicionales, pero en torno a un 69% de nuestra cartera está formada por posiciones que, en nuestra opinión, podrían beneficiarse del giro hacia un estilo de vida más digital. La pandemia provocó cambios sociales en todo el mundo, lo que contribuyó a acelerar la adopción de un estilo de vida digital. Mientras los gobiernos emitían órdenes casi de la noche a la mañana, la gente se las arregló para encontrar formas nuevas de hacer sus tareas cotidianas, pese a estar confinados entre cuatro paredes. Y muy frecuentemente la solución era digital.

Compras de lujo: la frontera digital

Replicar la experiencia de lujo que recibe un cliente cuando acude a una tienda de alta gama siempre resulta complicado por Internet. No hay ningún experto que le ofrezca atención personalizada ni se materializa ninguna copa de champán frente a la pantalla cuando mete un producto en su cesta de la compra virtual. Probablemente por esa razón los consumidores prefieren adquirir productos de lujo en persona, pese a realizar muchas de sus compras habituales por Internet. Cuando la gente compra productos de gama alta, no está adquiriendo únicamente un producto, sino también una experiencia de compra.

Al decretarse el cierre de comercios de productos no esenciales durante los periodos de cuarentena por todo el mundo, no resulta sorprendente que las ventas mundiales de productos de lujo se desplomasen un 22% hasta 217 000 millones de euros¹ en 2020. Aun así, una plataforma de Internet que vende productos que normalmente se encontrarían en una tienda de lujo informó de que sus ingresos habían aumentado un 64% hasta 1.700 millones de dólares estadounidenses.²

La empresa autora de esta proeza forma parte de nuestra cartera de inversiones: Farfetch. Sin embargo, aunque la pandemia sin duda ha contribuido a ampliar su clientela, la compañía ya gozaba antes de una trayectoria de crecimiento. A diferencia de muchas otras tiendas online, Farfetch no cuenta con un inventario propio. En cambio, gestiona una plataforma que ofrece una red de más de 1.300 vendedores (algunos de ellos son pequeñas boutiques físicas, con una fuerte presencia en Internet), así como una plataforma de gestión de inventarios. Si un cliente del Reino Unido encarga un producto desde la página web de Farfetch, es posible que la entidad encargada de venderlo y enviarlo sea una boutique independiente ubicada en Polonia.

Una empresa tecnológica por naturaleza

El modelo descrito anteriormente no solo permite que la compañía disponga de más de 3.200 marcas de lujo, sino que también le brinda la oportunidad de centrar su atención en el diseño y contenido de su página web y, lo que es más importante, en la nueva joya de la era digital: los datos. Aunque se la clasifique dentro del sector de la moda, Farfetch es ante todo una empresa tecnológica. Sus científicos e ingenieros de datos trabajan afanosamente para mejorar su sistema de recomendaciones³, que no solo facilita información útil a los clientes, sino también a los comercios que utilizan la plataforma.

Farfetch difumina los límites entre lo digital y lo físico al tratar de introducir la tecnología de recopilación de datos en las tiendas físicas, lo que podría ayudar a los comercios a proporcionar una mejor experiencia al cliente tanto por Internet como en persona. Desde nuestro punto de vista, su asociación con la entidad china JD.com debería reforzar su posición aún más.

Creemos que el mercado del lujo tiene una convincente historia de crecimiento por delante, dada la escasa penetración del comercio electrónico que está abocada a aumentar. En nuestra opinión, invertir en las grandes plataformas de lujo online podría ser una buena forma de participar no solo en la tendencia permanente de los consumidores hacia la adopción de canales digitales, sino también en la «reapertura» a corto plazo del sector de la moda tras más de un año de restricciones impuestas por la Covid-19.

Videojuegos: ayudar a la gente a conectar

En el pasado, innumerables películas han retratado a los jugadores de videojuegos como personas solitarias que viven en el sótano y se esconden de la vida real. Es posible que haya habido algo de verdad en esta imagen hace mucho tiempo, pero en los últimos años los estudios han desmentido una y otra vez este estereotipo de la cultura pop.

Se calcula que actualmente existen 3.000 millones⁴ de jugadores de videojuegos en todo el mundo, procedentes de muy diversos grupos de edad y profesiones. Puesto que el Covid-19 ha limitado actividades como los deportes, el ocio escolar o los espectáculos en directo durante más de un año, quizá no sorprenda que la popularidad de los videojuegos se haya disparado.

Hemos asistido a un aumento considerable del tiempo y el gasto dedicados a videojuegos que se ha observado en todos los operadores, plataformas y regiones geográficas del mundo. No obstante, al igual que ha ocurrido con otros productos, hemos notado que la pandemia ha cambiado de forma irremediable cómo se compran los juegos. Los consumidores han pasado de comprar en tiendas físicas a las descargas digitales, lo que redunda en una mayor rentabilidad del sector.

Aunque los videojuegos han experimentado un impulso extraordinario en este periodo sin precedentes, creemos que algunos de los beneficios podrían mantenerse en el tiempo. Durante la pandemia, la gente ha buscado formas nuevas e interactivas de relacionarse y muchos han encontrado un salvavidas social en los videojuegos online⁵. Es posible también que algunos jugadores recién llegados a este mundillo se hayan dejado llevar por las principales franquicias que generan fidelidad entre su clientela.

Lo que nos atrajo a los videojuegos

Antes del comienzo de la pandemia, lo que nos emocionaba sobre los videojuegos era la creciente capacidad de procesamiento de los teléfonos móviles. Los videojuegos de alta gama no se encontraban disponibles para móviles debido a la falta de capacidad de procesamiento gráfico de estos dispositivos. No obstante, superar ese obstáculo podría suponer una gran oportunidad. Dicho llanamente, hay ahora más personas en el mundo que llevan encima el móvil que aquellas que tienen ordenadores y consolas para jugar. Esto quedó constatado inicialmente por el gran éxito de las franquicias de telefonía móvil lanzadas por dos empresas de videojuegos en las que hemos invertido: Pokémon Go de Niantic’s (en colaboración con Nintendo) y Call of Duty Mobile de Activision.

Una de nuestras posiciones más rentables durante toda la pandemia abarca los dos segmentos de consumidores que hemos mencionado antes. Sea Limited es una compañía tecnológica con sede en Singapur, aunque tiene presencia en todo el Sudeste Asiático, Taiwán y, más recientemente, Latinoamérica. Al principio, la empresa nos atrajo por su plataforma de comercio electrónico, Shopee. No obstante, también posee Garena, una plataforma de distribución de videojuegos de gran éxito, y SeaMoney, un proveedor de servicios financieros y pagos digitales.

En 2017 la compañía lanzó un juego de tipo Battle Royale para dispositivos móviles que habían desarrollado ellos mismos (Free Fire) y que tuvo un tremendo éxito, superando este verano el umbral de mil millones de descargas en Google Play Store.⁶ El juego tuvo muy buena acogida en mercados en los que, por lo general, se tienen dispositivos móviles de gama más baja, lo que le ayudó a conseguir el título de juego para móviles más rentable en Latinoamérica y el Sudeste Asiático en 2019 y 2020.

Centrados en lo que motiva a los consumidores

El Invesco Global Consumer Trends Fund se centra en los factores que generan tendencias de los consumidores a largo plazo: mayor conectividad, demografía y nivel de vida. Cuando examinamos la situación más allá del Covid-19, vemos nuevamente un contexto de crecimiento bajo, donde las empresas que crecen de manera orgánica gracias a cambios en su cuota de mercado podrían obtener mejores resultados que aquellas que dependen del crecimiento del PIB. Creemos que la gestión activa tiene una mayor probabilidad de atraer a empresas ganadoras por cuota de mercado que estrategias pasivas o cuantitativas orientadas al pasado.

Además, creemos que las empresas de nuestra cartera cuentan con un potencial enorme y que nuestra cartera mantiene un equilibrio entre los temas a corto y largo plazo que debería beneficiar a los inversores en los próximos años.