Hasta ahora, ha sido más complejo comprar o vender activos alternativos (como el sector inmobiliario y algunos tipos de crédito privado) que activos del mercado público (como acciones y bonos). Con frecuencia, esto se debe a que no se negocian con liquidez diaria. Además, el mercado suele ser más pequeño, con menos compradores y vendedores cualificados, o puede que la transacción deba tramitarse de forma privada.
En cambio, los activos alternativos líquidos se pueden comprar o vender con mayor rapidez. Algunas estructuras de fondos (como los ETFs) permiten una mayor liquidez. Por ejemplo, Invesco ofrece una amplia gama de ETFs de materias primas que ofrecen acceso diario.