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El horizonte se despeja mientras los mercados siguen a la espera

El horizonte se despeja mientras los mercados siguen a la espera

Datos fundamentales

¿Se aproxima una recesión mundial?

Aunque eso todavía está por ver, lo cierto es que las previsiones de crecimiento económico actualizadas del Fondo Monetario Internacional no son alentadoras.

¿Cuándo habrá un giro de la Fed?

Después de lo ocurrido la semana pasada, es evidente que la Reserva Federal (Fed) no está dispuesta a dar un giro a corto plazo. Existen varias razones.

Las buenas noticias

La parte positiva es que nada se ha «roto» todavía, y los gobiernos parecen estar más dispuestos a garantizar que nada «se rompa».

Hace una semana escribí sobre el patrón de espera que muestran los mercados hasta que no veamos avances en diversos ámbitos. Lo cierto es que la semana pasada ocurrieron cosas que, en cierta medida, responden a las preguntas más importantes que nos hacíamos.

¿Se aproxima una recesión mundial?

Hemos estado esperando a que se confirmara si economía mundial entrará o no en recesión el próximo año. Aunque eso todavía está por ver, lo cierto es que las previsiones de crecimiento económico actualizadas del Fondo Monetario Internacional (FMI) no son alentadoras. El FMI ha alertado de que «lo peor está por llegar y mucha gente sentirá en 2023 que estamos en recesión».1 La institución prevé un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 1% en Estados Unidos, del 1,5% en Canadá y del 0,5% en la zona euro en 2023.1 Si bien estas estimaciones no son ninguna sorpresa, es preocupante que las previsiones de crecimiento del PIB alemán se sitúen en el -0,3%1 (aunque la parte positiva podría ser que Alemania sea más favorable a aplicar estímulos en la zona euro y más flexible en general en lo que respecta a la prudencia fiscal en unos momentos complicados para la economía).

¿Cuándo habrá un giro de la Fed?

También hemos estado esperando a que se confirmara cuándo se lograría controlar la inflación estadounidense y, por tanto, cuándo podríamos ver un giro de la Reserva Federal (Fed). Sin embargo, después de lo ocurrido la semana pasada, es evidente que la Fed no está dispuesta a dar un giro a corto plazo. Existen varias razones.

La inflación estadounidense sigue en niveles persistentemente elevados. La semana pasada se publicó el índice de precios al consumo (IPC) de septiembre, y difícilmente se podía encontrar nada positivo en los datos. Si bien la inflación de los bienes se ha moderado, los servicios siguen en niveles persistentemente altos, al igual que los alquileres. Se trata del segundo mal dato consecutivo del IPC, lo que agrava la sensación de que la inflación es tremendamente tenaz. Este dato da motivos a la Fed para mantener su postura «hawkish»; no ofrece incentivos para que el banco central sea menos agresivo con el endurecimiento de su política monetaria (y aumenta la incertidumbre en torno a la senda de la política a partir de ahora, especialmente en lo que se refiere al tipo de interés terminal).

Las expectativas de inflación se mantienen relativamente estables, pero han aumentado en las últimas encuestas. La semana pasada, la Fed de Nueva York publicó su última Encuesta de expectativas de los consumidores, y la Universidad de Míchigan dio a conocer los resultados preliminares de las Encuestas a los consumidores del mes de octubre.

  • Los datos de la Fed de Nueva York muestran una mejora de las expectativas de inflación a corto plazo, con un descenso hasta el 5,4% de las expectativas a un año, su resultado más bajo en un año.2 Las expectativas de inflación a tres años aumentan, pero solo ligeramente, del 2,8% en agosto al 2,9%. 2
  • Los resultados preliminares de la Universidad de Míchigan muestran incrementos tanto en las expectativas de inflación a un año como en las de a cinco años. Las expectativas de inflación a un año suben significativamente —a diferencia de la encuesta de la Fed de Nueva York—, y pasan del 4,7% al 5,1%. Las expectativas de inflación a cinco años aumentan en menor medida, del 2,7% al 2,9%, en línea con la encuesta de la Fed de Nueva York.3

Como he dicho antes, creo que los datos de expectativas de inflación —especialmente la inflación del consumo— constituyen un factor decisivo para la Fed a la hora de determinar la senda del endurecimiento monetario. Resulta conveniente vigilar de cerca los resultados de las encuestas, ya que sería inquietante ver nuevos incrementos en las expectativas de inflación a largo plazo. De hecho, creo que la Fed se sentirá más cómoda dando un giro en su política monetaria cuando dichas expectativas se reduzcan sustancialmente a partir de ahora, para acercarse más a su objetivo de inflación del 2% que al 3%.

Creo que el acta de la reunión del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) era claramente «hawkish». La Fed reiteró su «fuerte compromiso» con regresar al objetivo de inflación del 2%. La institución parece totalmente centrada en esa misión, y no es probable que un incremento significativo del desempleo logre disuadirla. La Fed desea deliberadamente adoptar una postura restrictiva a corto plazo, y muchos participantes del FOMC querían que los tipos se mantuvieran elevados «durante un tiempo». Además, la Fed sigue adelante con el endurecimiento cuantitativo. La parte positiva era que varios participantes señalaron que «sobre todo, en entorno económico y financiero altamente incierto en el que nos encontramos, sería importante calibrar el ritmo del endurecimiento de la política monetaria a fin de mitigar el riesgo de consecuencias adversas significativas para las perspectivas económicas”.4 La realidad es que, teniendo en cuenta los datos actuales, no hay rampa de salida para la Fed en estos momentos.

Las «earning calls» señalan que la inflación seguiría siendo persistente en cierta medida. Un importante banco señaló que «tanto los consumidores como los clientes de las empresas siguen gozando de una situación financiera sólida, las tasas de morosidad se mantienen en mínimos históricos y las tasas de pago son elevadas en todas nuestras carteras».5 Puede que esto sea una buena señal de la capacidad de EE. UU. para evitar una recesión, pero aumenta la preocupación de que la Fed todavía no haya enfriado suficientemente la economía. Asimismo, una importante aerolínea declaró lo siguiente: «No pensamos que un verano con fuerte actividad de viajes vaya a saciar el deseo y la necesidades de los consumidores... Este repunte de la demanda continuará durante un tiempo.”6

Las buenas noticias

La parte positiva es que nada se ha «roto» todavía, y los gobiernos parecen estar más dispuestos a garantizar que nada «se rompa». La semana pasada, la gran preocupación fue el Reino Unido, ya que el «minipresupuesto» anunciado por la Primera Ministra Liz Truss y su gobierno desencadenó el miedo en los mercados y una corriente vendedora de gilts. Aunque se especulaba que el Banco de Inglaterra tendría que seguir interviniendo en el mercado con la compra de bonos, el viernes puso fin a su programa (como ya había anunciado previamente). No obstante, era el gobierno de Truss el que parecía llegar a su fin. Después de que su anuncio fiscal provocara el caos en los mercados, Kwasi Kwarteng fue sustituido como Ministro de Finanzas por Jeremy Hunt, al que se le considera más experimentado.

Se cree que el nuevo Ministro tiene más autoridad que Truss e inmediatamente señaló que se anularía la rebaja del impuesto de sociedades y que podría ser necesaria una subida de impuestos y/o un recorte del gasto. Esta decisión supone el regreso a una política fiscal más ortodoxa que, a mi juicio, calmará a los mercados. Creo que los comentarios de Hunt el 17 de octubre son muy tranquilizadores y considero que es justo lo que los mercados deseaban oír: «Ningún gobierno puede controlar a los mercados, pero cada gobierno puede dar certidumbre sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas».7 El próximo gran acontecimiento en el Reino Unido será el presupuesto de «Halloweeen» el 31 de octubre, aunque creo que es mucho menos probable que provoque temor en los mercados, ya que el nuevo Ministro de Finanzas goza de mayor confianza.

Si bien algunas preguntas han quedado resueltas (al menos temporalmente), sigue habiendo muchas otras pendientes. Algunas de ellas son las siguientes: ¿Qué ocurrirá en el Congreso del Partido Comunista chino que comenzó el 16 de octubre y qué pasará a continuación? ¿Lograrán los países europeos afrontar este invierno sin importantes restricciones energéticas? ¿Cuál será la evolución de la guerra entre Rusia y Ucrania? ¿Y qué mensajes nos transmitirá la temporada de resultados? Le mantendremos informado mientras todos seguimos a la espera...

Con aportaciones de Paul Jackson y Trian Levitt.

Notas a pie de página

  • 1 Fuente: IMF World Economic Outlook, 11 Oct, 2022.

    2 Fuente: NY Fed Survey of Consumers, 11 Oct, 2022.

    3 Fuente: University of Michigan Survey of Consumers, 14 Oct, 2022.

    Fuente: Federal Reserve, FOMC September meeting minutes, released 12 Oct, 2022.

    5 Fuente: Reuters, “Wells Fargo profit falls on sales scandal costs, higher reserves,” 14 Oct, 2022.

    6 Fuente: Reuters, “Delta expects unquenched demand for travel to fuel profit,” 13 Oct, 2022.

    7 Fuente: Reuters, “UK finance minister Hunt reverses most of 'mini-budget',” 17 Oct, 2022.

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