Invertir en oro

Breve historia del oro 

El oro ha sido una de las materias primas más preciadas y codiciadas a lo largo de la historia, ya sea como símbolo de riqueza o como moneda de cambio. Se utilizaba para intercambiar bienes y servicios, y más tarde se convirtió en moneda. Posteriormente, se usó para respaldar muchas de las monedas del mundo, lo que se conocía como el "patrón oro". 

Dicho sistema se dejó de utilizar oficialmente cuando el presidente Nixon eliminó el vínculo entre el oro y el USD en 1971. Sin embargo, para muchas personas, el oro ha seguido siendo un valioso y demandado metal precioso. 

El oro tiende a comportarse de forma diferente a los activos convencionales, como las acciones y los bonos. Una opinión muy extendida es que puede ser un activo "refugio". Pero en realidad no existe ningún "refugio" real. Las valoraciones podrían fluctuar drásticamente y toda inversión conlleva cierto nivel de riesgo.
 

Demanda del oro

En primer lugar, de su importancia cultural en Asia. En India y China, en particular, el sector de la joyería representa aproximadamente la mitad de la demanda anual de oro, mientras que las aplicaciones con fines tecnológicos se sitúan en torno al 8%. En estos sectores, la demanda tiende a ser estable. Los bancos centrales y las inversiones suponen el resto de la demanda. La diferencia es que, en estos últimos dos sectores, las necesidades pueden fluctuar de un año para otro y a menudo están motivadas por la incertidumbre y el miedo.

En 2022 los bancos centrales adquirieron la cifra récord de 1.135 toneladas de oro, casi una cuarta parte de la demanda total del metal. Esta demanda fue especialmente elevada en las regiones de mercados emergentes, donde los bancos trataron de diversificar sus reservas y ayudar a gestionar los riesgos geopolíticos. 
 

Situación actual del oro

El oro puede desempeñar un papel importante en algunas de las carteras de los inversores por diversas razones. Desde los bancos centrales que quieren diversificar sus reservas hasta inversores particulares que buscan activos físicos que conserven su valor a lo largo del tiempo.  

A lo largo del último año, hemos visto cómo afectaban al precio del oro determinadas condiciones económicas, como la agitación geopolítica, la elevada inflación, las compras (de oro) por parte de los bancos centrales y la caída de las criptomonedas. 

Por ejemplo, cuando Rusia invadió Ucrania por primera vez en febrero de 2022, algunos inversores buscaron mitigar el riesgo con activos "refugio" como el oro, lo que supuso una subida del precio.  

Con las tensiones que vuelven a surgir entre las principales potencias mundiales y la persistencia de la amenaza económica, el oro podría desempeñar un papel clave en 2023.   

¿Por qué invertir en oro?

Históricamente, el oro ha obtenido buenos resultados en épocas de prosperidad y de inestabilidad. Ha sido uno de los activos que mejor se ha comportado durante este año. 

Tal y como se ha visto con las adquisiciones de oro por parte de los bancos centrales, puede ofrecer buenas ventajas de diversificación (porque tiende a comportarse de forma diferente a otros activos), además de ayudar a gestionar el riesgo en épocas de mayor volatilidad e incertidumbre mundial.  

Hay quienes creen que la reciente crisis bancaria (iniciada por la quiebra de Silvergate Bank y, sobre todo, del Silicon Valley Bank) recuerda a la crisis financiera mundial. El oro también se comportó bien en ese momento, ya que los inversores se dirigieron a activos percibidos como "seguros" para compensar los de mayor riesgo. La última crisis ha situado el precio del oro cerca de máximos históricos. 

El oro también puede ser útil ante una inflación elevada y en aumento. Esto es especialmente cierto cuando la alta inflación ha sido causada por una desaceleración económica o una crisis repentina e inesperada, como en el entorno actual.  

Lo mismo se observó en los años 70 y 80, única ocasión en la que, por motivos parecidos, la inflación se situó en niveles similares a los actuales.  Suele ser menos atractivo cuando la causa se debe a un aumento de la demanda que empuja los precios al alza.  

Desde la década de 1970, siempre que la inflación ha subido por encima del 3%, el oro ha registrado una rentabilidad media del 15% anual (aproximadamente un 9% más que cuando se sitúa por debajo del 3%).¹

A lo largo de estos últimos 50 años, en periodos de inflación elevada, estanflación y recesión, el oro ha registrado un crecimiento real y nominal positivo. También ha obtenido rentabilidades positivas más bajas cuando las condiciones han sido más estables.  
 

¿Cómo invertir en oro?

Las materias primas cotizadas en bolsa (ETCs) pueden ser una forma sencilla y eficaz de exposición al oro.  

Los ETCs de oro suelen estar respaldados por oro físico. Esto significa que el ETC comprará lingotes de oro (almacenados en cámaras acorazadas bancarias seguras) que equivalgan al valor total del ETC.  

Una de las principales ventajas de los ETCs es que se encargan de realizar la compra, el transporte, el almacenamiento y el seguro de los lingotes de oro físico. También supone que los lingotes pueden comprarse y venderse a lo largo del día, como las acciones y participaciones ordinarias. El precio unitario se fija con respecto a una referencia estándar, como el precio del oro de la London Bullion Market Association (LBMA).  
 

Invertir en oro con Invesco

Por lo general, se puede acceder directamente a uno de nuestros productos cotizados a través de una plataforma trading. También se puede comprar y vender a través de un bróker o de un asesor financiero, como si se tratara de acciones y participaciones ordinarias. 

Si es la primera vez que inviertes, deberías buscar asesoramiento financiero que te ayude a decidir si invertir es adecuado para ti. Contacta con nuestro equipo de Invesco ETFs necesitas información adicional.