Préstamos directos: esperamos una rentabilidad potencial convincente y oportunidades de inversión en 2024
Ron Kantowitz, Head of Direct Lending
Caracterizaríamos 2023 como un año en el que la incertidumbre relacionada con las condiciones macroeconómicas, los acontecimientos geopolíticos y la agresiva postura restrictiva de la Fed crearon un entorno complicado para las fusiones y adquisiciones (M&A). Como resultado, los volúmenes de las operaciones se redujeron, lo que generó menos oportunidades para invertir el capital en la clase de activos de préstamo directo.
Aunque el ritmo de las operaciones fue lento, la calidad de los acuerdos alcanzados fue de lo más destacado que hemos visto en el sector del crédito directo. Únicamente los créditos más solventes, con estructuras de capital conservadoras y bien documentados, lograron llegar a buen puerto. Además, dada la naturaleza de tipo variable de esta clase de activos, los préstamos directos ofrecieron rentabilidades del 12-13%, sin apalancamiento, un nivel muy atractivo si se compara con las rentabilidades históricas del 7,5-8,0%.
En 2024, parece que la Fed se dirige hacia una política monetaria más acomodaticia. Aunque queda por conocer el calendario y la magnitud de sus futuras actuaciones, esperamos que el impacto sobre la rentabilidad de los préstamos directos sea bastante moderado. Si asumimos que la Fed realizará tres recortes en 2024, que es actualmente la opinión generalizada, junto con descuentos de emisión originales y unos diferenciales que podrían reducirse de forma moderada, creemos que la rentabilidad de los préstamos directos solo debería disminuir entre 50 y 100 puntos básicos. En este escenario, pensamos que la rentabilidad de los préstamos directos debería situarse en la zona del 11-12%, sin apalancamiento, lo que sigue siendo increíblemente atractivo desde la perspectiva de riesgo/rentabilidad y bastante superior a los niveles mostrados antes del ciclo de endurecimiento de la Fed.
Además, creemos que se dan las condiciones propicias para un entorno de operaciones más favorable, incluida una mejor perspectiva del entorno macroeconómico, la atenuación de las presiones inflacionistas, las posibles reducciones de tipos y la mayor presión de los socios comanditarios para que los fondos de capital privado generen beneficios e inviertan en nuevas plataformas empresariales. Junto con el mantenimiento de la disciplina en términos de calidad crediticia y un entorno de rentabilidades relativamente estable, creemos que 2024 se perfila como una oportunidad atractiva para invertir capital en la clase de activos de préstamo directo.