Crédito distressed: Las oportunidades de inversión en soluciones de capital pueden ofrecer rentabilidades atractivas con menos riesgo
Paul Triggiani, Head of Distressed Credit and Special Situations
A mitad del año 2024, nuestro conjunto de oportunidades distressed de empresas de pequeña capitalización se encuentra en máximos históricos. Al reflexionar sobre el actual panorama económico mundial, debemos tener en cuenta los acontecimientos de los últimos cuatro años, marcados por un entorno de tipos de interés bajos, la pandemia de Covid-19, las importantes tendencias inflacionistas y la transición a un entorno de tipos más altos. Las empresas se enfrentan ahora a estructuras de costes más elevadas (en algunos casos de entre un 20% y un 30% superior en los últimos años), incluidos los costes de endeudamiento, que han aumentado aproximadamente 500 puntos básicos, lo que ha provocado una reducción de los márgenes. Además, dado que los tipos de interés pueden permanecer altos durante más tiempo, estamos viendo oportunidades atractivas de inversiones "distressed-for-control", así como de activos en situaciones especiales y, en particular, de soluciones de capital.
De hecho, muchas empresas con fundamentales sólidos, pero con estructuras de capital inadecuadas para el actual entorno de tipos, se ponen en contacto con nosotros para buscar este tipo de soluciones de capital. En estos casos, podemos invertir en toda la estructura de capital y ayudar a las empresas a reducir su carga financiera, a la vez que les proporcionamos importantes mecanismos de gobierno corporativo y, en muchos casos, un importante potencial de revalorización del capital. Curiosamente, estas empresas suelen carecer de problemas operativos importantes, lo que significa que cuentan con perfiles relativamente saneados.
Si profundizamos un poco más, vemos un vacío estructural en el sector de las empresas de pequeña capitalización, donde este tipo de transacciones son menos competitivas. Como resultado, creemos que podemos aprovechar oportunidades al seleccionar empresas de mayor calidad con aspectos económicos atractivos, un adecuado gobierno corporativo, protecciones estructurales y, en última instancia, un mayor potencial de rentabilidad con un menor riesgo, un paradigma de inversión que puede persistir durante los próximos 18-36 meses.