Asignación de activos en un contexto de incertidumbre económica
El buen comportamiento de muchos activos durante los últimos cuatro meses y la creciente preocupación por el estado de la economía mundial nos han llevado a esperar menores rentabilidades y a repartir los riesgos dentro de nuestro modelo de asignación de activos.
Como consecuencia, estamos reduciendo nuestra asignación al grado de inversión (aunque seguimos en sobreponderación), high yield (a infraponderación) y renta variable (a mayor infraponderación), a la vez que aumentamos los activos monetarios (a sobreponderación) y los préstamos bancarios (a mayor sobreponderación). Para equilibrar nuestro enfoque conservador, estamos aumentando al máximo nuestra exposición a las materias primas, que han tenido peor comportamiento.
Hay varias preguntas pendientes sobre los numerosos factores económicos y geopolíticos que están en juego en la actualidad o que lo estarán en los próximos meses: ¿Cuáles son las perspectivas de crecimiento? ¿Cuándo empezarán los bancos centrales a recortar los tipos de interés y qué ocurrirá cuando lo hagan? ¿Qué están descontando los mercados? ¿Existen burbujas? ¿Afectarán los resultados de las elecciones estadounidenses a los mercados financieros?
Dada la incertidumbre existente, hemos decidido diversificar el riesgo, reduciendo el peso que tienen los activos con mayor rentabilidad hacia opciones más defensivas. Incluso si los resultados económicos mejoran, creemos que algunos activos ya reflejan en su cotización gran cantidad de buenas noticias.
Los bancos centrales occidentales empezarán a recortar los tipos en los próximos meses, con posibles recortes de entre 100 y 150 puntos básicos de aquí a 12 meses. En nuestra opinión, esta situación ya se ha descontado en gran medida en el extremo a más largo plazo de las curvas de rendimiento, aunque puede haber algún inconveniente a corto plazo si la economía estadounidense se debilita en el primer semestre de 2024, como esperamos. En este caso, creemos que la inclinación de la curva de rendimientos se deberá principalmente al resultado de la caída de los tipos a corto plazo y los activos de larga duración nos interesan menos que hace cuatro meses.
Con la atención puesta en los bancos centrales
El mundo está pendiente de cuál será el primer banco central que recorte los tipos de interés. Con el debilitamiento de las economías, las decisiones de los bancos centrales sobre los tipos de interés dependen de la evolución que tenga la inflación. Los principales bancos centrales parecen reticentes a considerar que la inflación subyacente se esté acercando a sus objetivos, a pesar de que el aumento de los precios al consumo ha disminuido rápidamente desde los máximos alcanzados a mediados y finales de 2022. Pensamos que están siendo demasiado prudentes, ya que la inflación subyacente parece seguir una tendencia descendente, debido a su naturaleza cíclica.