Los fondos de gestión pasiva relacionados con los criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG) continúan incrementando su patrimonio a gran velocidad: 74.900 millones de euros en los últimos 12 meses, según los datos de Morningstar de julio de 2021. Sin embargo, sus detractores afirman que los fondos de gestión pasiva, y en particular los fondos cotizados (ETFs), no aportan beneficios reales en lo que respecta a las cuestiones ESG.
Entre las ideas erróneas más comunes sobre los ETF ESG se encuentran la desviación respecto a los objetivos de los inversores, la excesiva dependencia de terceros y la falta de resultados significativos.
Alineación con los objetivos de los inversores
La inversión ESG es subjetiva, y cada inversor le da una importancia diferente a las cuestiones ESG, como la descarbonización o la igualdad de género. Por lo tanto, es posible que los ETF que replican ciertos índices no se ajusten a los objetivos ESG personales de los inversores.
Sin embargo, toda la gama de EFT ESG tiene como objetivo reducir las diferencias y tener una oferta para todos.
El proceso comienza cuando los inversores determinan sus propios objetivos. ¿Qué cuestiones ESG son más importantes? ¿Tienen los inversores que lograr unos resultados ESG específicos? ¿Prefieren replicar fielmente un índice de referencia o están dispuestos a tolerar un mayor error de seguimiento, es decir, una mayor desviación entre la rentabilidad de la cartera y la del índice de referencia?
Responder a estas preguntas puede ayudar a los inversores a elegir el ETF ESG más adecuado para ellos dentro de un abanico de soluciones.
Por ejemplo, los inversores que deseen replicar con exactitud un índice de referencia y no cuenten con objetivos ESG específicos pueden optar por un ETF ESG con filtros o de exclusión, ya que esta solución supone la incorporación de consideraciones ESG al mismo tiempo que minimiza el error de seguimiento al omitir determinadas empresas o emisores.
Por el contrario, un inversor con objetivos ESG claros sobre una cuestión específica, como la descarbonización, podría sentirse más cómodo con un mayor error de seguimiento. Este tipo de inversor puede optar por un ETF ESG con un enfoque temático como la energía limpia o un ETF de impacto.
Los inversores que se encuentren entre ambos extremos pueden encontrar útiles los ETF ESG que van un paso más allá de las simples exclusiones, con carteras más orientadas hacia las principales empresas y emisores en materia ESG, pero sin que ello suponga asumir un mayor error de seguimiento o sin que se fijen como objetivo resultados específicos en cuestiones ESG.