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Renta fija: los motivos para invertir en bonos son los más sólidos de los últimos años

Perspectivas sobre la renta fija para 2025
Ideas principales
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Creemos que el nuevo contexto macroeconómico ofrece muchas más oportunidades de generar rentabilidad en el ámbito de la renta fija de cara a 2025.

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Las políticas monetarias de los bancos centrales, que se espera que se mantengan durante el próximo año, son positivas para esta clase de activos desde el punto de vista de la rentabilidad total.

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Nuestros especialistas de diferentes equipos y clases de activos comparten sus puntos de vista.

En los últimos dos años, la renta fija ha sido de todo menos aburrida. El contexto de tipos bajos que se vivió tras la crisis financiera mundial ha dado un giro completo.

Primero una pandemia, luego la disrupción de las cadenas de suministro y después el estallido de la guerra en Europa. Cada uno de estos factores contribuyó a que se alcanzara el mayor nivel de inflación en una generación, y a un ciclo de agresivas subidas de los tipos de interés por parte de casi todos los principales bancos centrales.

Ante este escenario, la renta fija ha desafiado su reputación de estabilidad al experimentar una volatilidad casi sin precedentes, y ahora presenta oportunidades inusuales. En pocas palabras, la "renta" de la "renta fija" ha vuelto.

A medida que nos acercamos a 2025, creemos que no había unas razones de tanto peso a favor de esta clase de activos desde hace años. En este contexto, compartimos las opiniones y los análisis de nuestros especialistas sobre lo que esto implica para distintas clases de activos de renta fija.

Crédito con grado de inversión (abarca Reino Unido, Europa y mundial)

Lewis Aubrey-Johnson, Head of Fixed Income Products

¿Cuáles son sus perspectivas para el grado de inversión en 2025?

Resumiendo, los diferenciales del crédito con grado de inversión están ahora cerca de sus mínimos históricos o incluso los han alcanzado, pero podrían seguir así durante algún tiempo. Sin embargo, en términos de rentabilidad total, esta clase de activos sigue cotizando a unos niveles no vistos desde la crisis financiera mundial.

El crédito global con grado de inversión ofrece en conjunto un diferencial de 90 puntos básicos.  Exceptuando el periodo del COVID, el rango en los últimos 10 años ha sido de 90-200 puntos básicos.  Aunque existen algunas pequeñas diferencias entre regiones (los diferenciales de crédito en USD y en GBP están en su punto más bajo, mientras que los de crédito en EUR no lo han alcanzado), lo importante es que es poco probable que los diferenciales sigan reduciéndose en 2025. La rentabilidad se verá impulsada por las rentas o "carry" de la clase de activos y los efectos de los tipos de interés, ya que todavía se espera que los bancos centrales relajen sus políticas monetarias.

Los motivos de estos precios reducidos son dos: factores fundamentales y técnicos.  En primer lugar, el entorno macroeconómico favorece actualmente la propensión al riesgo.  Las economías son generalmente estables, los beneficios empresariales han sido saludables en general y el riesgo de recesión parece bajo.  La inflación y los tipos de interés están bajando.  Los mercados bursátiles han vuelto a subir con fuerza este año.

En segundo lugar, la demanda de bonos es muy elevada.  Ha sido un año con una oferta muy abundante, pero, en vez de hacer subir los diferenciales de crédito de los bonos existentes, la emisión de nuevos bonos ha tenido una buena acogida en un entorno de estrechamiento de los diferenciales.  La demanda de la mayoría de las nuevas emisiones supera considerablemente la oferta y las primas de nueva emisión son muy escasas.

Mientras las grandes economías occidentales no empiecen a perder impulso, por el momento, es probable que la rentabilidad de esta clase de activos venga determinada por sus tipos de interés y su duración, en lugar de verse influida por grandes cambios en los diferenciales de crédito.  El crédito con grado de inversión tiene la ventaja sobre los bonos gubernamentales del "carry" adicional, además de un perfil de duración más corto que puede ser beneficioso, ya que la volatilidad de los tipos de interés ha aumentado recientemente.

Los datos de EE.UU. muestran una economía que se ralentiza muy gradualmente.  Es probable que el crecimiento del PIB este año se mantenga por encima del 2,5%.  Dados los recortes ya realizados de los tipos de interés, las posibilidades de recesión parecen muy bajas.  En Europa, el crecimiento es más moderado e, incluso, se está ralentizando.  La restricción fiscal, la desaceleración de la inversión y las dificultades del sector del automóvil lastran la región.  Pero, dada la bajada de los tipos de interés y el crecimiento del crédito que muestran las encuestas sobre préstamos del BCE, parece que hay estímulos suficientes para evitar una recesión.

¿Cuáles son algunas de las principales áreas de oportunidades que ve?

Hemos reducido gradualmente el riesgo de crédito durante todo el año.  Hemos recortado los emisores high yield, los títulos bancarios subordinados y los emisores cíclicos.  Con las primas de riesgo tan bajas, creemos que es un buen momento para añadir prestatarios de mayor calidad que deberían ser más sensibles a un aumento de la volatilidad del mercado.  Esto incluye bonos bancarios preferentes (especialmente de Europa), emisores de bienes de consumo básico u operadores inmobiliarios de alta calidad. También hemos optado por tomar posiciones selectivas en emisores gubernamentales y relacionados con mercados emergentes, donde los diferenciales son relativamente generosos para su calidad crediticia.

¿A qué sectores prestará atención en 2025?

En 2025, el sector del automóvil es quizá el que se enfrenta a más dificultades. Los fabricantes de automóviles ya consolidados afrontan el doble riesgo del cambio a los vehículos eléctricos y el auge de competidores chinos con una importante ventaja de costes. Tras una fuerte recuperación cíclica posterior al COVID, estas empresas partían de una buena posición. No obstante, las ventas han caído bruscamente y las empresas automovilísticas europeas y estadounidenses tienen unos importantes costes fijos que probablemente tendrán que recortar. Por el momento, el mercado considera que esto solo afecta a la renta variable.  En otras palabras, aunque la rentabilidad se resienta, los balances son demasiado sólidos para justificar una reevaluación importante del riesgo crediticio. Sin embargo, estos retos van más allá de lo meramente cíclico y seguiremos de cerca el sector.

¿Cuáles son algunos de los principales riesgos, en particular, los específicos del grado de inversión?

Pese a que el contexto macroeconómico es actualmente favorable, las economías se están ralentizando, aunque a un ritmo muy moderado. Sin embargo, al igual que las economías se han mostrado resilientes a anteriores subidas de tipos, si se produce una ralentización, siempre existe la posibilidad de que se requiera una relajación de la política monetaria mayor de lo esperado. De hecho, a menudo las desaceleraciones no se producen de forma lineal y puede llegar un momento en que la economía se deteriore a un ritmo más rápido. Aunque tal vez no sea suficiente para amenazar la solvencia de los prestatarios con grado de inversión, podría bastar para frenar el apetito por el riesgo y obligar a reevaluar el riesgo de crédito en general.

También existe la posibilidad de que la administración de Trump inicie una tendencia de subidas de los aranceles, lo que podría afectar a la economía mundial. Es poco probable que la situación fiscal de EE.UU. mejore, ya sea por la reducción de impuestos o por el aumento del gasto, lo que seguramente ejercerá presión sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo, pero también podría respaldar los diferenciales estadounidenses como contrapartida, dado el sesgo favorable al crecimiento y a los estímulos fiscales.

Además de los riesgos económicos, las tensiones geopolíticas podrían afectar a la confianza de los mercados. En la actualidad, hay conflictos en Europa Oriental y Oriente Próximo, así como crecientes tensiones en otros lugares.

High yield europeo

Thomas Moore, Co-Head of Invesco Fixed Income Europe

Las perspectivas del high yield europeo vienen determinadas por el entorno macroeconómico, la solidez financiera general de los emisores y los precios en el mercado de bonos. 

El entorno económico en Europa es poco prometedor, sin ser especialmente preocupante.  La economía apenas crece, la inversión empresarial ha sido relativamente débil, el crecimiento del empleo se está ralentizando y varios países europeos tienen déficits fiscales con los que deben lidiar.  Además, es probable que los retos a los que se enfrentan los fabricantes de automóviles europeos persistan y quizás se intensifiquen el próximo año si se imponen aranceles a las importaciones estadounidenses.  No obstante, la inflación y los tipos de interés están bajando, lo que impulsa los ingresos reales y el poder adquisitivo.  También hay indicios de un repunte cíclico a juzgar por las recientes encuestas PMI y la recuperación del crecimiento del crédito.  Estos factores deberían contribuir a una ligera mejora del crecimiento en la región el próximo año, hasta algo más del 1%, según las previsiones generales.

Aunque casi siempre habrá un pequeño número de emisores con dificultades cada año, la calidad media del crédito es relativamente sólida, lo que se refleja en la tasa de impago, que se prevé que disminuya a lo largo de 2025.  Por otra parte, a pesar de la fuerte demanda de bonos, no hemos observado que un gran número de empresas más apalancadas hayan tratado de emitir deuda.  Por ejemplo, solo el 1% de los bonos high yield emitidos en Europa este año han recibido la calificación CCC.

Más que la macroeconomía o la calidad crediticia, el mayor reto al que se enfrenta actualmente esta clase de activos son los precios del mercado de bonos.  En términos de diferenciales, los bonos de calificación BB vuelven a estar por debajo de 250 puntos básicos, el nivel más bajo desde 2007.  Los diferenciales de los bonos con calificación B se sitúan en 380 puntos básicos, lo que no está muy lejos de su mínimo histórico.   Solamente los diferenciales de los CCC son amplios, pero representan una pequeña proporción del conjunto del mercado y se deben las dificultades a las que se enfrentan unos pocos prestatarios.  Sin embargo, visto desde la perspectiva del rendimiento ofrecido, los precios no parecen tan extremos.  Los bonos con calificación BB siguen ofreciendo un 5% de media y los B, un 6,5%.  No resultan baratos, pero se puede invertir en ellos, especialmente en un contexto de fuerte demanda de bonos y de recortes de los tipos de interés. A medida que descendían los rendimientos, nos hemos ido decantando gradualmente por emisores de mejor calidad y hemos mantenido liquidez y otros títulos equivalentes para hacer frente a cualquier volatilidad imprevista de los mercados.

En general, aunque somos conscientes de los riesgos, tenemos una visión optimista de las perspectivas del mercado para el próximo año, y es probable que la rentabilidad se vea impulsada por el "carry". 

High yield de EE. UU.

Niklas Nordenfelt, Head of High Yield

Somos optimistas sobre el crédito high yield para 2025.  Los fundamentales son sólidos, con unos balances saneados, revisiones al alza de las calificaciones que superan las revisiones a la baja y una tasa de impago en descenso.  La moderación en muchos frentes (crecimiento, inflación y política monetaria) supone un entorno ideal para el crédito high yield.  El sesgo de la Fed hacia unos recortes de tipos más agresivos, si fuera necesario, ayuda a limitar el riesgo a la baja.  La demanda de bonos high yield ha sido elevada en 2024 y prevemos que continúe, dados los atractivos rendimientos totales y nuestra hipótesis principal de una desaceleración suave de la economía.

Vemos oportunidades en el sector energético, concretamente, en el segmento "midstream".  Las empresas están amortizando deuda y realizando transacciones favorables al crédito, y es probable que los volúmenes continúen favoreciendo a los emisores "midstream".  Vemos una mayor dispersión, que genera oportunidades, dentro del sector minorista en un entorno de preocupaciones de los consumidores y cambios en los patrones de consumo.  Por último, la construcción de nuevos centros de datos de IA debería beneficiar al sector de los servicios públicos, a los emisores del ámbito de las telecomunicaciones con activos de fibra y a los emisores dedicados a componentes de refrigeración y conectividad.

Entre los principales riesgos a los que prestaremos atención se incluye una economía más fuerte de lo previsto que haga subir los rendimientos de los bonos del Tesoro, lo que supondría unas mayores dificultades para el sector de la vivienda, la construcción y las empresas con un endeudamiento excesivo, mientras que una desaceleración económica probablemente pondría en entredicho las valoraciones.

Hemant Baijal, Head of Multi-Sector Portfolio Management, Global Debt

Consideramos que el contexto es favorable para la deuda local de mercados emergentes, ya que la continua flexibilización monetaria de la Reserva Federal de EE.UU. permite una mayor relajación por parte de los bancos centrales de los mercados emergentes, lo que a su vez impulsa su crecimiento interno. Los tipos de interés nominales y reales se han mantenido elevados en los mercados emergentes, mientras que, en general, ha continuado la desinflación, ofreciendo unos diferenciales de tipos de interés atractivos frente a los mercados desarrollados.

Además, las divergentes dinámicas de crecimiento e inflación de los distintos países ofrecen oportunidades interesantes de rentabilidad total. Nos seguimos centrando en los países con mayor crecimiento nominal, como la India y Malasia, que han experimentado un importante crecimiento económico debido al aumento de las exportaciones y a la resiliencia del gasto interno. La mayor oportunidad la encontramos en la normalización de las curvas de tipos a escala mundial.

Aunque entre los principales riesgos figuran la volatilidad en torno a la incertidumbre política de EE.UU. y las posibles repercusiones sobre las divisas, todo ello se enmarca en un entorno externo positivo de relajación de las políticas monetarias a escala mundial, las perspectivas de nuevos estímulos por parte de China y la bajada de los precios del petróleo. En general, vemos un conjunto prometedor de oportunidades que debería generar alfa.

Bonos gubernamentales europeos

Gareth Isaac, Head of Multi-Sector, Fixed Income

En términos generales, somos optimistas acerca del mercado europeo de renta fija para 2025, ya que vemos algunas oportunidades atractivas, pero es probable que haya diferencias en la evolución de cada país.

En cuanto a los tipos de interés, anticipamos que el Banco Central Europeo (BCE) los recorte por debajo de las expectativas del mercado y posiblemente por debajo del 2%, en función de la magnitud de los aranceles comerciales impuestos por la nueva administración. Un entorno de tipos de interés más bajos debería ser positivo para las valoraciones de los bonos en la región, pero hay varias dificultades que superar en 2025. Aunque el BCE ha empezado a bajar los tipos, siguen estando en territorio restrictivo y, en nuestra opinión, continúan siendo demasiado altos para apoyar el crecimiento en la región. Creemos que el BCE corre el riesgo de cometer un error en su política monetaria al mantener los tipos demasiado altos durante demasiado tiempo.

En el primer trimestre, se celebrarán elecciones en Alemania, donde existen riesgos de que un resultado muy dividido dé lugar a otra coalición de gobierno inestable. Mientras, en Francia, donde se prevé que el déficit presupuestario alcance el 6% a finales de 2025, prevemos unas nuevas elecciones parlamentarias en las que otra derrota del presidente Macron podría inquietar a quienes invierten en el mercado de bonos gubernamentales franceses.

Bonos gubernamentales de EE. UU.

James Ong, Senior Portfolio Manager, Fixed Income

Nuestras previsiones sobre los tipos de interés apuntan a que los bonos gubernamentales estadounidenses ofrecerán unas rentabilidades comparables a las de las letras del Tesoro, aunque con una mayor volatilidad. Esto indica que, aunque existe cierto potencial de ganancias, conviene prepararse para unas fluctuaciones más significativas en los precios de los bonos. Una curva de rendimientos más inclinada presenta unas oportunidades más prometedoras a largo plazo. 

Es esencial seguir de cerca la evolución de las políticas fiscales, regulatorias y de inmigración, ya que estos factores influirán de forma significativa en el panorama económico y, en consecuencia, en los tipos de interés. Los cambios en la política fiscal repercutirían en el gasto público y el endeudamiento, los cambios regulatorios afectarían a la productividad y la confianza de los inversores, y la política de inmigración influiría en los mercados laborales y el crecimiento económico.

Un riesgo clave que debemos gestionar en este entorno es el posible impacto inflacionista de una política fiscal potencialmente expansiva en un mercado laboral ya de por sí tenso. El aumento del gasto público podría elevar la inflación, lo que a su vez aumentaría la volatilidad de los tipos de interés. Si prestamos atención a esta evolución, podremos afrontar mejor las complejidades del entorno de los tipos de interés y tomar decisiones fundadas para optimizar nuestras carteras.

Bonos gubernamentales del Reino Unido

Gareth Isaac, Head of Multi-Sector, Fixed Income

Somos optimistas sobre las perspectivas de los bonos gubernamentales del Reino Unido para 2025 debido a las atractivas valoraciones y a la expectativa de que el Banco de Inglaterra baje los tipos de interés más de lo que prevé actualmente el mercado. Los bonos gubernamentales del Reino Unido han estado bajo presión recientemente debido a la subida de los rendimientos en EE.UU. y a la incertidumbre en torno al presupuesto británico, pero con tan solo dos recortes de tipos descontados para 2025 y una vez dejado atrás el presupuesto, prevemos que los gilts se comporten bien, especialmente en términos de valor relativo frente a EE.UU.

Los gilts a más largo plazo también ofrecen una valoración atractiva; por ejemplo, los títulos a 30 años ofrecen un rendimiento cercano al 5%. Dicho esto, también existe incertidumbre en torno al impacto de la subida de las cotizaciones a la Seguridad Social anunciada en el presupuesto, y muchas empresas del sector de la hostelería y los servicios advierten de que los costes adicionales se repercutirán a la clientela. Si la inflación se mantiene elevada durante más tiempo del previsto, el Banco de Inglaterra podría retrasar el recorte de tipos hasta que compruebe que puede controlar el impulso inflacionista derivado de las medidas presupuestarias. Además, es posible que las rentabilidades se mantengan al alza durante más tiempo debido al plan de la canciller, presentado en los presupuestos, de aumentar significativamente la emisión de bonos gubernamentales en los próximos años para financiar el gasto, cuya magnitud no había previsto el mercado.

Paul Syms, Head of EMEA ETF Fixed Income & Commodity Product Management

¿Cuáles son sus perspectivas para los ETFs en 2025?

Es probable que el fuerte crecimiento de los ETFs de renta fija continúe en 2025. Con 68.000 millones USD, 2023 fue un año récord para los nuevos activos netos en ETFs de renta fija domiciliados en Europa, y este año parece que se podría batir de nuevo. A mediados de octubre, los ETFs de renta fija ya habían recibido 56.000 millones USD de entradas netas, lo que ha elevado el total de activos gestionados por ETFs de renta fija domiciliados en Europa a casi medio billón USD, y hay muchas razones para esperar que esta tendencia continúe.

La utilización de ETFs de renta fija se ha ampliado en los últimos años. Tras ser inicialmente un vehículo utilizado por las gestoras de patrimonios, en los últimos años hemos observado un aumento de su uso por parte de las gestoras de activos y, más recientemente, por parte de los propietarios de activos, como los fondos de pensiones y las aseguradoras, ya que reconocen las numerosas ventajas de obtener exposición al mercado de bonos a través de un ETF.

También nos encontramos en una fase del ciclo económico que seguramente favorecerá a la renta fija como clase de activo y en que posiblemente esta tenga un mayor peso en las carteras multiactivos. Tras haber actuado de forma drástica para combatir la inflación, los bancos centrales están relajando ahora su política monetaria para apoyar el crecimiento económico, lo que debería proporcionar un entorno positivo para la renta fija.

¿Cuáles son algunas de las principales áreas de oportunidades que ve?

Este año, los flujos de ETFs de renta fija se han centrado principalmente en exposiciones a muy corto plazo. De los 56.000 millones USD de nuevos activos netos, casi el 40% ha ido a parar a ETFs de gestión de liquidez o de bonos gubernamentales a menos de 1 año. Parece que, dadas las rentabilidades a corto plazo en unos niveles atractivos y la incertidumbre sobre las perspectivas de tipos de principios de año, los inversores no vieron la necesidad de aumentar el riesgo de tipos de interés. Sin embargo, a medida que los bancos centrales recorten los tipos, disminuirán los rendimientos de los bonos y, por tanto, la rentabilidad esperada del efectivo. Al mismo tiempo, es probable que las curvas de tipos se inclinen, lo que aumentará el atractivo de las inversiones en los tramos más largos de la curva. Dados los niveles récord de liquidez en los fondos del mercado monetario, es probable que 2025 sea un año en el que se empiece a invertir a más largo plazo para asegurar los niveles actuales disponibles de rentabilidad de los bonos.

De hecho, los ETFs podrían beneficiarse al suponer una herramienta a la que muchos inversores recurren para este fin. A menudo, se utilizan los ETFs como mecanismo de liquidez dentro de la cartera que permite modificar rápidamente la asignación táctica de los activos, en particular, gracias a las exposiciones específicas disponibles, que permiten elegir con precisión el posicionamiento en duración o crédito. Este fue el caso a principios de agosto, cuando la liquidación de las operaciones de "carry trade" en JPY provocó cierta volatilidad en los mercados y una ampliación de los diferenciales de crédito, y se produjeron grandes entradas en ETFs de crédito con grado de inversión denominados en USD para aprovechar las valoraciones más atractivas que se ofrecían.

¿A qué sectores prestará atención en 2025?

Como se ha mencionado anteriormente, 2025 podría ser un año en el que los inversores traten de asegurar las rentabilidades disponibles en los tramos más largos de la curva, a medida que las curvas se inclinen y la rentabilidad del efectivo disminuya. Sin embargo, los sectores en los que decidan invertir esas asignaciones dependerán de las valoraciones y las perspectivas económicas. Los diferenciales de crédito se negocian a unos niveles relativamente reducidos, lo que debería de favorecer la asignación a la renta fija de mayor calidad. Sin embargo, con el gran volumen de liquidez a la espera de ser invertido, es probable que cualquier abaratamiento de las valoraciones del crédito se aproveche como una oportunidad de compra, como ocurrió a principios de agosto.

Una forma interesante de asegurar la rentabilidad de los bonos es a través de los ETFs de vencimiento fijo. La normalización de las políticas de los bancos centrales, que ha llevado a las rentabilidades de los bonos a los mejores niveles desde la crisis financiera mundial, ha provocado el lanzamiento de varios ETFs de vencimiento fijo en los últimos 18 meses. Estos instrumentos combinan las características de los bonos individuales, en el sentido de que tienen un vencimiento final, con las ventajas de diversificación, liquidez y bajo coste de un ETF. Pueden constituir una solución interesante para quienes deseen asegurar los niveles de rentabilidad actuales o ajustarse a los vencimientos de una serie de obligaciones financieras. En lo que va de año, se han invertido más de 4.000 millones USD en ETFs de vencimiento fijo, lo que supone un excelente comportamiento para una clase de activos relativamente nueva.

¿Cuáles son algunos de los principales riesgos específicos de los ETFs?

En general, los riesgos de los ETFs están relacionados con los activos subyacentes, igual que ocurre con la mayoría de los fondos de inversión. Por lo tanto, los riesgos que presentan los ETFs dependen principalmente de lo que les suceda a determinadas clases de activos. No obstante, los ETFs pueden beneficiarse de la liquidez adicional que ofrecen tanto el diseño del índice como, en particular, la posibilidad de negociarse en el mercado secundario.

  • Riesgos de la inversión

    El valor de las inversiones y el de cualquier renta fluctuará (en parte como consecuencia de las fluctuaciones de los tipos de cambio) y es posible que los inversores no recuperen la totalidad del importe invertido.

    Información importante

    Datos de 18 de noviembre de 2024.

    El presente es material de marketing y no asesoramiento financiero. No pretende ser una recomendación de compra o venta de ninguna clase de activos, valores o estrategias en particular. Por lo tanto, no son aplicables los requisitos normativos que exigen la imparcialidad de las recomendaciones de inversión/estrategia de inversión, ni las prohibiciones de negociar antes de su publicación.

    Los puntos de vista y opiniones se basan en las condiciones actuales del mercado y están sujetos a cambios. 

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