Los bonos verdes son títulos de deuda destinados a financiar proyectos climáticos y medioambientales. Por ejemplo, pueden apoyar la eficiencia energética, la agricultura sostenible, el transporte limpio, la gestión sostenible del agua, etc.
Los bonos verdes pueden ser útiles para promover los resultados ESG, pero también es importante recordar que algunas empresas que son sostenibles no emiten bonos verdes. Por eso no nos limitamos únicamente a los bonos verdes en la gestión del fondo, sino que utilizamos nuestros propios criterios para evaluar las credenciales financieras y ecológicas de las empresas. Por ejemplo, si una empresa que nos interesa emite bonos tanto verdes como no verdes, podemos elegir los que ofrecen el mejor valor.