Los ETFs de renta fija han experimentado un rápido crecimiento en los últimos años, alcanzando los 2,2 billones USD de activos globales bajo gestión en 2024, y se proyecta que el crecimiento se acelere en los próximos años. Los inversores están reconociendo cada vez más los potenciales beneficios de utilizar ETFs en sus carteras de bonos, como la diversificación y la exposición a una amplia gama de bonos, lo que ayuda a distribuir el riesgo entre diferentes emisores y sectores. Además, los ETFs de renta fija ofrecen posibles ventajas de liquidez y coste, lo que los hace más fáciles de negociar y, a menudo, más eficientes que gestionar bonos individuales.