Beneficios:
Bajo coste de adquisición: Los ETFs suelen ser más baratos que la mayoría de los fondos.
Liquidez: El proceso de creación y reembolso garantiza la liquidez.
Facilidad de negociación: Los ETFs pueden negociarse en cualquier momento, siempre que la bolsa esté abierta. Esta característica puede ser atractiva para quienes busquen más flexibilidad a la hora de comprar y vender posiciones.
Transparencia: Los ETFs son muy transparentes y normalmente publican a diario la lista completa de sus posiciones en la web del proveedor del ETF.
Réplica de índices: Los modelos de réplica física y sintética pueden ofrecer ventajas económicas.
Riesgos:
Tracking difference: Es posible que los ETFs no repliquen a la perfección el índice. La diferencia entre la rentabilidad del ETF y la del índice se llama "tracking difference".
Capital en riesgo: Como ocurre con cualquier producto de inversión, el valor de un ETF puede tanto subir como bajar, y es posible que no se recupere la totalidad del capital invertido.